En 1976 el Papa Pablo VI canonizaba a la Beata Beatriz de Silva, dama portuguesa, fundadora, mujer de esperanza porque se abrió al Espíritu y se puso a disposición de Cristo y de María Inmaculada. De ella no se ha conservado ningún escrito, sus biógrafos, basándose en diversas fuentes de la época, nos han relatado los hechos principales de su vida, transcurrida en un ambiente de devoción inmaculista, acorde con las doctrinas franciscanas.